GS.457

GS.457

Visiones e impresiones de una madre scout

"Scout, movimiento Internac., organizad. agrupado de la juventud, fundado en 1907 por R.S.S. Baden-Powell, después fundación en muchos otros paises, ..."

Esta es la definición que encontré en una enciclopedia - y que ni a mí, ni a mi hija Ina nos ayudó mucho cuando hace un año nos preguntamos qué era lo que se entiende bajo este concepto. Ina tuvo la suerte de ser aceptada en la rama de Lobatos del Grupo "Apóstol Santiago". Pero a su pregunta qué es lo que hacen los Scouts, sólo le supe contestar que hacen excursiones, que aman la naturaleza y que son gente dispuesta a ayudar al prójimo.

A Ina le encantaron desde el principio las reuniones semanales. Me contó de los juegos y de las labores manuales. Y para mi fue una alegría pensar que pasaba esas tardes entre niños de su edad y bajo el control de dos jefes. Si soy sincera debo admitir que más que nada vi en todo ello el valor del pasatiempo - la idea del escultismo quedó bastante en el fondo.

Mi opinión, sin embargo, cambió radical y muy inesperadamente cuando participé en el Campamento de Verano en Juanetes (1989). Hacia falta una cocinera, no se encontró a nadie y yo me convencí a mí misma y a otros que no tenía tiempo, es decir que podía organizar esas dos semanas sin Ina mejor para mi misma.

Pero la esperanzada alegría de mi hija poco a poco me iba intranquilizando la conciencia. Mi postura me pareció injusta: los jefes se ocupan duante todo el año muy intensamente de los "Pfadkinder" (en boca de mi hijo de cuatro años), de nuestros hijos. Siempre son las mismas personas que con su ayuda y reconocimiento les dan ánimos para seguir en su trabajo. Así fue cómo tomé la decisión de acompañarles para ayudar y ver qué es lo que se hace en un campamento Scout.

La semana que pasé con los 60 Scouts fue una reveladora enseñanza para mí. A pesar del trabajo en la cocina, en el que también lo pasábamos muy bien, quedó tiempo para participar en una excursión o de estar reunidos por las noches alrededor del fuego de campamento. Lo que más me sorprendió fue el trato tan respetuoso de los chicos entre sí, y entre los jefes y los Scouts.

Muy interesante fue observar cómo el grupo educa al niño, o cómo el niño se autoeduca dentro del grupo. Una de las cosas que antes aprenden es a integrarse en el grupo y a no querer estar siempre en el centro de la atención.

El penúltimo día algunos de los niños pronunciaron su promesa y fue para mí emocionante ver cómo esto para ellos era una toma de responsabilidad personal. Lo muy en serio que se toman esta promesa me lo demostró mi hija el otro día cuando en una discusión con otros niños dijo: "Quiero reaccionar como un buen Scout".

Ahora, que tengo una pequeña idea de la práctica de la vida Scout, entiendo mucho mejor sus metas de ayuda, sentido del deber y entendimiento internacional.

Quiero agradecer a los jefes el que desde la idea Scout nos ayuden a educar a nuestros hijos dentro de un crítico entusiasmo por un mundo humano y pacífico.

Annette Giehl, 1990