En el clan remas tu propia canoa

“Roverismo hacia el éxito” el libro que Baden-Powell escribió específicamente para los rover, es decir los miembros del clan, empieza contando una excursión que “el abuelo” realizó en canoa y en la que surgieron dificultades, pero al final todo el esfuerzo y el peligro merecieron la pena.

Basándome en esta historia (a la que luego volveré), en el modelo educativo propuesto por BP y en mi propia experiencia he dado este año un enfoque claro a lo que quiero que los claneros aprendan este año. Quiero dejar constancia de ello y hacerlo público, porque creo que es importante que todos podáis saber hacia dónde pretende ir el clan.

El clan es la última sección de la vida scout antes de pasar a ser un scouter si lo desean. Además coincide en la vida de los claneros con una época de grandes cambios, terminan el colegio y empiezan la universidad, cada vez se les carga con más responsabilidades y ellos lo aceptan de buen grado, aunque a veces por su falta de experiencia no toman las decisiones más adecuadas. Es precisamente ahí, donde tratamos de ayudarles. A aprender a analizar las situaciones y con la información disponible tratar de tomar una decisión. Es por esta capacidad de toma de decisiones que el símbolo del clan es una rama con una horquilla en lo alto, representando los diferentes caminos que se presentan en la vida.

Un clanero ha desarrollado proyectos desde pequeño. En manada se llamaba caza, en tropa aventura y en escultas empresa. Ahora en clan ya conocen sobradamente la técnica de proyectos, pero ha llegado el momento de que el clan como conjunto de jóvenes adultos aprenda a desarrollar proyectos complejos. 

Antes de continuar, dejadme volver un momento a la historia de las canoas. Cuando leí la historia de BP de su excursión en canoa, me acordé también de las partidas de caza de los Inuit, en las que los cazadores salían en sus canoas a buscar a sus presas. Cada miembro del clan remaba su propia canoa entre las aguas del ártico, buscando por sí mismo huellas o indicios de la presencia de alguna presa. Ese trabajo era un trabajo individual. Sin embargo, cuando cualquier miembro del clan encontraba una presa y avisaba al resto, todo el clan se unía y trabajaba al unísono, por el bien común del grupo. Esta es la idea que quiero transmitir a nuestros claneros. Ya han aprendido lo suficiente en la vida para trabajar por sí mismos (buscando las pistas que les llevan a la presa) y han trabajado desde hace mucho en conjunto como grupo (en manada, tropa y escultas). Ahora lo que les queda es desarrollar cada uno su propio proyecto, que sea una contribución al proyecto común de todos, al igual que los cazadores Inuit que trabajan individualmente y se juntan en determinados momentos. 

Este método de trabajo tiene desde mi punto de vista muchas ventajas. En primer lugar los claneros aprenden a autogestionarse y a responsabilizarse de tareas propias, pero que afectan a los demás miembros del clan. En segundo lugar este método de trabajo les supondrá una ventaja clara cuando llegue el momento de trabajar en cualquier sitio. La gran ventaja del método de proyectos es saber identificar correctamente las tareas que hay que realizar y la importancia que tiene cada tarea en la jerarquía del proyecto. En tercer lugar les abre los ojos sobre el beneficio de coordinar trabajos. La potencia que puede desarrollar un grupo trabajando en paralelo es mucho mayor que hacer todas las tareas en conjunto, sin embargo es importante saber discriminar cuando realmente es necesario pedir ayuda y trabajar en grupo. Creo que ahí reside el quid de la cuestión. Saber organizarse a sí mismo y saber pedir ayuda en el momento adecuado. Y pedir ayuda es una de las tareas más difíciles en esta época de su vida; han terminado su vida de niños y la sociedad les reconoce como adultos, se les permite formar parte de la vida activa de decisión del país votando, se mezclan con el resto de adultos al volante de sus coches, desaparecen muchas barreras que se les imponían, etc. y eso es normal que les haga sentir bien, si bien a veces demasiado bien. Creo que todos los que hemos tenido su edad hemos tenido esa sensación de sabiduría inigualable y es por eso que debemos entenderles y al mismo tiempo hacerles comprender que aunque tengan muchos conocimientos, les falta mucha experiencia y que saber pedir ayuda no es ni deshonroso ni un signo de debilidad, sino una muestra de madurez y capacidad de reflexión.

Por otro lado el clan como sección está orientado a ser útil para la sociedad. Está claro que un clan formado por un grupo de jóvenes está limitado en capacidades para grandes proyectos, pero desde luego podemos confiar en ellos para hacer proyectos con alcance social en el entorno cercano. Con el lema de clan “Servicio” los rover se reafirman cada vez que se les llama en su compromiso con la sociedad. Este es un compromiso al que ellos mismos se adscriben, de manera voluntaria. Un rover va a mirar siempre con atención las necesidades de los demás, poniendo todo su empeño en ayudar a cualquiera que lo necesite.

El compromiso que demuestran tener nuestros rover queda patente con el tiempo que han pasado en el grupo y la ilusión con la que acuden a las actividades de la sección y del grupo. Todos ellos han vivido inmersos en el método scout y eso, desde luego, se nota. Tal vez no sepan recitar de corrido las leyes scout, que yo creo que sí, pero las aplican de manera natural en su vida diaria. Una de las cualidades más bonitas que demuestran en el clan es estar siempre listos para servir y ayudar. Además las actividades que emprendan las realizarán con una sonrisa y con un empuje que los diferenciará de los demás, trabajando solos y en equipo.

Dejadme terminar con un párrafo sobre el escultismo. Yo mismo llevo siendo scout desde hace más de veinte años y puedo afirmar con seguridad que las enseñanzas de BP han tenido, tienen y tendrán total vigencia, puesto que no sólo son unos conocimientos vacuos, sino toda una filosofía de vida fundada en sólidos valores sociales. Evidentemente cuando leemos los textos que BP escribió tenemos que hacerlo de manera crítica, siendo conscientes de que fueron escritos hace un siglo por un hombre mayor que provenía de la carrera militar. Aunque hay pasajes enteros que hoy en día nos parecerán anticuados y sin sentido, sin embargo visto como un Todo el legado de “el abuelo”, como le llamamos cariñosamente los scouts, cumple con lo que os digo. Si alguna vez tenéis ganas de leer alguno de sus libros, veréis que las ideas que propone no son para nada reaccionarias ni propone métodos militares, sino busca que los jóvenes aprendan por el ejemplo de sus mayores, siendo críticos con sus propias acciones y estén “siempre listos” para ayudar a los demás.

Buena caza

Lufe